En 1977, Valot volvió a revolucionar el mercado inventando los primeros dispensers irrompibles e inviolables del mundo. Para que en los baños argentinos, nunca volvieran a faltar ni toallas ni papel higiénico. Elaborado con policarbonato, son resistentes al maltrato diario y a conductas violentas. No poseen palancas, para evitar el contagio de enfermedades. Se abren con la llave única Valot y son fáciles de recargar.
Los dispensers de jabón liquido para manos o alcohol en gel entregan la dosis justa para una desinfección eficiente y los dispensers de toallas y papel higiénico intercalados, evitan el desperdicio.